sábado, 17 de julio de 2010

El Siglo XVIII

ASPECTOS ECONÓMICO-SOCIALES Y POLÍTICOS

«El siglo XVIII , llamado de la Razón o de las Luces, es un siglo de equilibrio entre la Tradición y la Revolución, simbolizado por el pensamiento de la Ilustración y las Monarquías del Despotismo Ilustrado. Sólo al final, cuando se rompe el compromiso, desembocaría en el siglo de la Revolución. »

El siglo XVIII es el siglo de las luces o de la Ilustración. La corrientes filosóficas del racionalismo y el naturalismo de los grandes pensadores franceses (Descartes), ingleses (Bacon, Hobbes) y holandeses (Spinozza) de la centuria anterior triunfaron al finalizar el siglo en Alemania con el gran Leibniz (m. 1716)) y en Inglaterra con el empirismo de Locke (m. 1704) y las investigaciones científicas del genial Newton (m.1722).

El ambiente de libertad política, diversidad religiosa y prosperidad económica de la burguesía imperante en Inglaterra y Holanda era el más adecuado para el triunfo del pensamiento ilustrado. Sin embargo, fue en Francia donde la interpretación del empirismo inglés por los racionalistas continuadores de Descartes produjo el movimiento de la Ilustración.

ASPECTOS ECONOMICO-SOCIALES

Esta centuria supone en su conjunto, la superación de la crisis económica que caracteriza a Europa en el siglo XVII. Entre 1720 y 1780 aproximadamente , la economía europea entra en período de desarrollo. Las causas de esta prosperidad son las siguientes:

· Nueva afluencia de metales preciosos procedentes de América

Desde principios del siglo XVI, las minas de oro y plata americanas se habían agotado; en cambio, a partir de 1720 se descubren nuevas minas de oro, extraordinariamente ricas, en Brasil. Este oro, al llegar al continente europeo reactiva toda la economía y la marcha de los negocios.

· Mayor prosperidad en la agricultura e industria

El campesinado del siglo XVII recogía muy poca cosecha y, en ella, debía apartar tres porciones: una entregaba a la Iglesia como pago de diezmos; otra entregaba al noble que era el propietario de la tierra y la tercera parte debía darla al rey como pago de impuestos; lo que le quedaba era mínimo, y estaba destinado al consumo.

Eso significaba que el campesino no podía vender sino sólo consumir lo que producía. De esta forma, apenas tenía ingresos y su nivel de vida era muy bajo.

Esta falta de ingresos se debía al bajo rendimiento de las cosechas: lo normal era que sólo se cosecharan cuatro granos de cereal por cada grano sembrado.

A partir de 1720, la situación cambia: las cosechas comienzan a ser más abundantes, debido a:

¨ La introducción de nuevas plantas muy productivas, como el maíz. Procedente de América, lo que permitiría aumentar el número de cabezas de ganado, esto produce más estiércol y conlleva abundantes cosechas. Al mejorar los rendimientos, el campesino puede ahorrar e invertir en en adquisición de aperos de labranza más moderna y de nuevo revierte en aumento de cosechas.

¨ El cambio climático, que es más óptimo para la agricultura, a diferencia del siglo XVII, en el que habían sido frecuentes los años consecutivos de sequía.

Por primera vez, en el siglo XVIII, el campesino europeo, después de pagar a la Iglesia, al noble y al rey, queda con sobrante de dinero, que eleva su nivel de vida. Terminan las grandes hambres, epidemias de peste características del siglo XVII.

El aumento del poder adquisitivo del campesinado posibilitará un mayor consumo e impulsa un desarrollo de la industria textil y del hierro.

ASPECTOS POLÍTICOS

Otra característica del siglo XVIII es que el absolutismo monárquico alcanza en toda Europa su mayor fuerza y esplendor. Es en este siglo, donde la burguesía se opone ya a la monarquía absoluta, pues aquella, que ya tenía el poder económico, aspira a alcanzar el poder político monopolizado por la nobleza.

Será la burguesía la que asuma el protagonismo en este siglo, que se enfrenta al sistema político-social establecido, aspiran a destruir el denominado “Antiguo Régimen” sintetizado en el absolutismo y los privilegios de la nobleza y clero, elabora una cultura nueva: la Ilustración.

En lo concerniente a las relaciones internacionales europeas, apareció un sistema político llamado a tener un gran predicamento: el equilibrio europeo . Esta fórmula, propugnada por Inglaterra, representaba el instrumento político del naciente imperialismo británico. A través de este sistema, Inglaterra lograba eliminar cualquier rival peligroso en el continente, enfrentándolo con otra potencia o con una coalición, mientras que su flota se imponía en el Océano y sus tropas conquistaban la supremacía en el mundo colonial. En este sentido, no hay duda de que el siglo XVIII inició la preponderancia política inglesa, como el siglo XVII había sido de predominio francés y el XVI, de auge español.

En el nuevo orden internacional europeo desaparecieron por completo las influencias religiosas que tanta importancia habían ejercido hasta mediados del siglo XVII. Los conflictos europeos del siglo XVIII nacieron de oposiciones dinásticas y económicas. Por tal motivo, esta centuria es la época de las guerras de Sucesión y de las luchas coloniales de gran vuelo. A finales del siglo XVII asistiremos a la guerra de Sucesión a la corona española.

En esta centuria asistiremos al progreso de las ciencias, de vital trascendencia y básico para entender la situación del progreso actual. Contemplaremos la evolución artística propia.

Fuente:
http://thales.cica.es/rd/Recursos/rd99/ed99-0314-01/asp_eco.htm


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